jueves, 13 de agosto de 2009

Una metamorfosis posmoderna

Recuerdo oír decir a un poeta algo así como que somos la piedra que nos va endureciendo por dentro con el tiempo. Me resuena por dentro...
Pero no es eso exactamente. Si últimamente estoy sintiendo pasajeros cambios de textura en mi interior, no tienen la dureza y el señorío de la piedra.
Siento, a veces, que no es duro hueso lo que soporta mis pesares, ni sería entonces jugosa carne sobre la que estos se asentaran.
Adquiero, por ratos, más la muda y tonta consistencia de la goma. Un látex sin fibra, homogéneo, suave y monótono. Quedando reducido apenas a una versión inversa de un condón de carne que sobrevive, montado en un enorme cilindro de goma resistente.
Y lo que, en esos instantes, queda en mí de sensible sonríe, en la ironía de verme convertido en aquello que tantas veces ejercí para consuelo de una fugaz compañía.
Casi no me atrevo a intentar estimar el tiempo de tregua que me queda.

martes, 11 de agosto de 2009

Tanto ruido y al final, tan solo el fin... (J. Sabina)

11-08-2009
Hoy le he dicho que, por favor, me ahorrase el espectáculo de volver a verle sufrir. Y me repito que por fin salió su última sombra de mi vida. Que volveré a entenderme mejor con lo que sienta. Que no tendré que dedicarle nuevos insomnios. Que ya no buscaré sentidos a los puzles de las horas que conseguía pasar sin pensar en él. Que finalmente es lo que él decía, nada tengo que ofrecer que le pueda servir.
Y queda como si siempre hubiera tenido la razón. Aunque siento que yo jamás podré verlo así. Y me pregunto cuándo será que dejaré de presentirle, de dedicarle los mejores momentos de un bolero, de permitirme su nostalgia cuando encienda la luz del cuarto por la noche.
Si al menos pudiera pensar que estará más feliz. Que se me escapa el sentido de todo esto. Que es cuestión de crecer y de aprender. Pero sólo siento la vida mala, fea, oscura, gratuitamente dolorosa. Dominado por el melodrama, le veo tirarse por su precipicio, atontado en las miserias que se le antojan insoportables, incapaz de adivinarse dentro de unos meses… de nuevo tocando fondo. No puedo volver a ver eso. No soy fuerte ni para hacerle la miserable compañía de una oreja que no aspire a convencerle de lo mucho que se confunde. Sentimientos por obsesiones, necesidades por amores, ansiedades por promesas…
Porque quise ser demasiado para él cuando me pedía tan poquito. Quise ser primero compañía, cariño, luego apoyo, amante, consuelo, ilusión de un amor más rico, para después conformarme con confidente, muleta, contraste y memoria de su corazón absurdo… quise serlo mientras anhelaba convertirme en el mejor sentido de su historia sin rumbo. Y ahora ya nada. Los únicos papeles libres no los puedo soportar. Y fracaso por gusto, en una historia en la que nunca tuve oportunidad, en la que no cumplí las expectativas que yo era el único que tenía.
A ratos me gustaría ser más tonto, inconsciente, inconsistente, embrutecido… siento que nos entenderíamos mejor. Pero no me lo creo ni yo.
Dicen que cuesta más olvidar las historias que nunca llegaste a poder vivir.

lunes, 22 de diciembre de 2008

¿Por qué sirve de tan poco veces lo mucho que cree saber la cabeza de las cosas del corazón?

Quién no sabe que desear una relación es lo peor que puedes hacer para que aparezca una. Quién no sabe que echar de menos al ex con el que has comprobado ser incompatible es una estupidez. Quién no sabe lo dañino que es caer en rememorar los buenos momentos, las palabras acertadas, los abrazos oportunos, aquellos momentos en los que la incesante mente claudica ante el desmadre de sensaciones causadas por el deseo, la entrega momentánea pero, a veces, tan rotunda...
Pero ¿cómo se hace para que la soledad no se cuele por la puerta trasera acompañada de este equipaje? fijándose dentro y cavando su huequito, como una lombriz invisible, sorda y ajena a todo lo demás. Alimentándose a sí misma, latente cuando el sol brilla pero implacable cuando encuentra su oportunidad. Presente siempre. Bruta carencia cuando nada la eclipsa. Secreto motor de otras ilusiones, cuando nuevas posibilidades juegan entre asomarse o fugarse. Encadenando soledades presentes con pasadas, en una rueda que se antoja hecha de infinitas variantes de las mismas ausencias, de las que la cabeza perdió ya la referencia.
¿abandonarse a un recuerdo que sabes estúpido con la esperanza de agotarlo? ¿acallarlo en el bullicio de buscar suplentes de los suplentes? ¿retomar la tarea de interiorizar que ninguna soledad interna puede ser cubierta por nadie jamás? ¿calentarse al pálido brillo de futuras perfecciones?
Supongo que apenas esperar, comprendiendo a ratos que son sólo mordiscos sin dientes, a que las tormentas pasen, que vientos diferentes cambien los rumores que llegan, otras nubes que mirar.

sábado, 21 de junio de 2008

test de madurez afectiva

No se os ha ocurrido nunca pensar en lo estupendo que seria poder pedir un certificado de autoconocimiento? Un papelito que nos animara a abrirnos un poquito mas a ese otro que aparece bajo un perfil, una foto, un encuentro, un buen polvo... Supongo que sera una fantasia de los ilusos empedirnos a los que nos cuesta blindarnos ante los afectos (ojito que digo afectos, no amores, quereres o demas cuelgues, soy algo consciente de la diferencia).

A mi me gustaria saber que no necesito medir tanto mis palabras y mis impulsos. Que el que tengo de frente va a saber recibirlo y responderme, desde su pasado complicado y confuso pero sin afrontarme con sus fracasos anteriores, sin oprimirme con bloqueos. Acompanharme un poquito a ese laberinto de los sentimientos, donde todos carecemos y pedimos, pero, esta vez, con carinho y deseo de comprension, con valentia para jugarse un poco de confusion que nos haria un pelin mas sabios... seria lindo, no?

Si alguien tiene alguna sugerencia para preguntas de dicho test... se recopilaran con interes. ;)

Super-Sleepeeeeeeeeeeeeeeeeer!!!!!!!!!!!!!!!

En vez de tantos superheroes con superpoderes, muchos no necesitamos/ais mas a SuperSleeper?Cuando uno se pone un poco gris y nublado por dentro, acumula malos pensamientos, se te cargan los musculos, se te hunde un poco la moral... SuperSleeper acude y te abraza. Ahora con pocas palabras y sin prisas. Te envuelve de buena energia que hace que te relajes, un suenho reparador te invade y os dormis juntos, en contacto, sintiendo que el mundo se hace mas calido y blandito. Una sensacion sensual pero no sexual...Yo no soy super-nada, pero en este rollo de sexo-express un par de veces he tropezado con gente lo suficientemente sincera y empatica como para que un abrazo fuera todo lo necesario, y la 'energia' fluyera... aunque cuidado, dado que tambien esto puede producir adiccion, luego hacen falta las palabras.(por cierto, a alguien se le ocurre un nombre mejor que SuperSleeper? me chirria un poco)

Sobre sentimientos

Me apetece hablar de sentimientos con la gente con la que me relacione. Pasamos unos por otros llenos de silencios. Cierto que a veces es morboso ;) pero tantas otras parece pura incapacidad!

Dicen que tambien se aprende con el corazon. Nos ocupamos mucho de llenarnos la cabeza de teorias pero dejamos que los sentimientos nos lleven dando bandazos por la vida. Lo mas intentamos reprimirlos, sofocarlos, llenos de miedo por su intensidad y por los pesares que pueden traernos a nosotros y a los que se nos acercan...

Y pasa la gente por mi cama, por mi almohada, por una tarde de cine compartida... y nunca le dije (ni le escuche) lo atractiva que encuentro su piel, lo agradable de su companhia, lo que tiene de especial su mirada. Siempre temiendo que las palabras signifiquen demasiado, y al final, no aprendemos nada. Vivimos como si significaramos tan poquito. Me recuerda un poema de Lorca (sere pedante?) '...que lo que no me des y no te pida, sera para la muerte que no deja, ni sombra por la carne estremecida'.Y la gente sigue pasando y me sigo preguntando por qu'e vino, por que repitio. No sabre si porque le acuciaba la soledad, porque estaba cachondo, porque fantaseaba con un hombre peludo... y mucho menos por que dejaron de venir.

Pido pues mas palabras. No son imprescindibles, no se requiere sabiduria ni psicoanalisis. sinceridad y apertura, quiza. Pero, por favor, NO + SILENCIOS...

miércoles, 18 de junio de 2008

Back to flat - Vuelta a Utrecht

Asustado en el avión que me traía de Madrid. Siento que dejo mis apoyos en tierra y que la vida que me espera va a estar más desnuda allá. Voy leyendo un libro de Arnaud Desjardins en el que habla de afrontar el sufrimiento sin intentar escapar de él. De convertirse en conocedor de todo lo que nos acontece en la vida, sin rechazar lo que nos desagrada, ya que no es más que una oportunidad de aprender. Siento las viejas obsesiones que viajan conmigo y pienso en que mis resortes habituales para hacer más vivible el día a día se quedan en tierra. No es ni mucho menos paz y ecuanimidad lo que me resuena por dentro. Entiendo la oportunidad que se me brinda. Otro mes y medio en el que va a ser mucho más evidente lo más básico en mi. Desprovisto de la oportunidad de recompensarme de las dificultades llamando a mis amigos, dejándome llevar por la red de compromisos que he ido tejiendo con los años y que me hacen sentir amado, estimado, protegido, necesitado, seguro, anestesiado, importante, justificado, ocupado... Siento los privilegios que me rodean en casa como regalos que he ido acumulando y siento inmenso agradecimiento en el corazón por el bien que me hacen y por la cura que me suponen ante tantos dolores, viejos y renovados. Pero capto ese otro mensaje que los ve como muletas que alejan la bienaventurada desesperación de ver aflorar las obsesiones en soledad. Me pregunto si estoy preparado, si es necesario, si no habrá maneras más sencillas de ir caminando. Esa línea tan delgada que separa la tensión de la entrega. Me siento tan lejos de la sabiduría, de la estabilidad necesaria para remover en lo profundo y restructurar mi cabeza, mi corazón, limpiando tanto como es necesario por dentro.